La Premier League rusa llegó al sábado con un partido excluyente, entre los que serán quizas los dos grandes candidatos al título, si es que Rubin no se pone las pilas. En San Petesburgo un Zenit diezmado entre sanciones y lesiones (Semak baja 3 semanas) recibía a un Spartak en alza, que si bién no pudo contar aún con sus incorporaciones Insaurralde y Kallström, llegaba con un buen envión tras hilvanar un par de victorias que lo tenían puntero junto al local y a sabiendas de tener un cruce nada imposible en la fase previa de la Champions versus Fenerbahce. Todo encaminado, a priori (modo periodista deportivo off).
El cuadro de Spaletti mantiene las formas desde hace media década, pero desde hace dos años prefirió resignar posesiones largas para atacar de manera mas directa a partir de la recuperación por presión en la mitad de la cancha. Es así como Kannunikov encaró en velocidad a Pareja y se hizo el espacio para meter un zurdazo cruzado. Allí empezó la debacle moscovita. Los papeles empezaron a quemársele a Unai Emery que ya nos tiene acostumbrados a perder partidos importantes, mas aún cuando Bilyaletdinov perdió el descuento de penal para ponerse a tiro del empate, y en la contra Shirokov puso el tercero, un golpe al alma. Mas tarde Mc Geady se fue expulsado y el gato Zenit redondeó un 5 a 0 categórico, para vengarse del 3-2 del campeonato anterior.
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