Las dos últimas jornadas de la Liga Premier dejaron cosas hermosas (?). Vamos por partes, empecemos por la futbolística. El CSKA es el firme puntero, le ganó al Nalchik afuera (2-0) y como local al Lokomotiv (3-1) con el marfilense Dumbia como estrella. El negro está intratable: ya metió 7 en lo que va del campeonato para los milicos.
De atrás lo persigue el Zenit, que viene de ganar tres al hilo (el último encuentro al Volga 1 a o como visitante) y quiere dar pelea a pesar de los picanazos policiales made in Patti (?) contra el serbio Danko Lazovic, otro de los goleadores del torneo.
Párrafo aparte para la "Casconeta" de Héctor Bracamonte e Isa Baitiev, que revoluciona Grozny. Desde que asumieron, el Terek sólo ganó y no para hasta Japón (?). La semana pasada vencio al Krylya en Chechenia, 2 a 0. Y el miércoles se cargaron a los patovas del Krasnodar, también 2 a 0. Los chechenos recuperaron el alma y jugadores que parecían muertos, como el propio Braca, que juega, corre, mete, ordena, contagia, obliga arriba y se multiplica abajo. Pero no es el único caso: Georgiev, Antonio Ferreira, Omelyanchuk, Pavlenko y el famoso "Sopita" Asildarov (de gran partido en Krasnodar, gol incluido) parecen renovados, como si hubieran pasado por el cirujano a darse una refrescadita (?). Ruud Gullit la tiene adentro, muy adentro. El equipo del pueblo vodkero (después del Luch, claro) va este domingo contra el gato Zenit, a copar la parada en San Petersburgo.
El Dinamo de nuestro nuevo comentarista Coti Fernández también está de racha. El sábado vapuleó 3 a 0 al Tom y el miércoles derrotó bien en el clásico al Spartak de Moscú 2 a 0 en Luzhnikí. El hombre de los tres pasaportes (?) Kevin Kuranyi la volvió a meter después de varios partidos, Kokorin levantó su nivel y el gordo Voronin volvió a demostrar su clase con un golazo frente a los carniceros. Valery Karpin no le encuentra la vuelta a su equipo, por lo que decidió concentrarse (?) en la nueva colección primavera-verano de Dolce Gabbana. Dicen que de a poco está mejorando su gusto por las pilchas.
Por último, cerramos con la polémica de la semana: otra vez le tiraron una banana a Roberto Carlos, ahora en Krylya (victoria del Anzhí 3 a 0). Al brasuca le agarró un ataque de bronca y se fue de la cancha despechado (?), cuando faltaba un minuto para el final. "Se me pasó por la cabeza dejar el fútbol. Pero he tomado la decisión de seguir por ahora. Si sucede de nuevo, me retiro. Me sentí demasiado triste. ¿Saben lo que es sentir impotencia? Me fui triste, herido. Habían muchos niños ahí. Esto tiene que ser castigado", dijo después del partido, mitad vendiendo humo, y mitad en serio. Y después tiró una declaración sugestiva, o al menos bastante mariposona (?): "Cuando llegué a los vestuarios mis compañeros me abrazaron y cantaron para mí. Fue una cosa impresionante". La imagen de los muchachos abrazándolo, en medio del vapor, todos chivados y tarareando un tema de Aretha Franklin (?) para consolarlo puede ser realmente impactante (?). FDV ofrece recompensa por ese video.
Lo lindo (?) fue el circo que se armó después: Andrey Fursenko, presidente de la Federación Rusa de Fútbol, salió a defender al lateral de 38 años, y dijo que el Kyrlya iba a recibir duras sanciones. Además de una multa económica, la cancha del club de Samara podría ser suspendida por tres partidos. Lo llamativo (por no decir sospechoso) es que estas medidas fueron adoptadas ahora, y no hace unos meses, cuando ocurrió lo mismo en el estadio del Zenit. En aquella ocasión, el equipo de San Petersburgo apenas fue sancionado con 10 mil dólares y el hincha que le mostró una banana al brasileño no puede ir a ver fútbol por el resto de su desdichada vida. En síntesis: todos bananeros (?).